sábado, 22 de octubre de 2011

Puentes del Alcalde Canut en Sagua La Grande





Serie: LOS PUENTES DE SAGUA LA GRANDE


Durante la alcaldía 1921-1923 del Dr. Enrique Canut Casals, en Sagua La Grande se construyeron dos puentes con las mismas características ya que se hacía necesario la continuidad de las calles Carmen Ribalta y Calixto García interrumpidas por "El Estero" que tenía su único paso por el Puente de la Concordia en la calle Colón construído en el siglo XIX .


Este alcalde además unió las calles de Roloff, Quintín Banderas y Villa Alegre con puentes alcantarillas de hierro y hormigón ya que estaban interrumpidas por algunas de las tantas zanjas o antiguos arroyuelos que originalmente configuraban la enorme red del Undoso.


En la calle Máximo Gómez se construye el Puente Figueroa para completar así las principales necesidades de contacto de la Villa del Undoso aislada del norte por el enorme Estero de Contreras.


En los últimos tiempos se intentó la construcción de improvisados “Puentes Militares Portátiles” pero estos tuvieron una corta vida debido a la impetuosa corriente del Undoso.




Estero por debajo del puente de Calixto García. (alcantarillado).




Para ver todos los puentes de Sagua La Grande, visita el Website:
http://saguapuentes.tripod.com




ARCHIVO SABANEQUE

1970 - 2011



jueves, 20 de octubre de 2011

“Llegaron a un pueblo que estaba en la ribera de la mar del Norte.Este pueblo estaba situado, con más precisión, en la desebocadura del río saguagrande, que tenía las casas sobre horcones dentro del agua y al que los siboneyes llamaban Carahate”.

Amediados de los años setentas (XX) con el derrumbe en el patio en una casa de San Juan de los Remedios apareció un túnel o pasadizo del cual nos enteramos en el acto y sin pérdidas de tiempo partimos hacia ese vecino pueblo con el objetivo de explorarlo y cartografiarlo.,pero luego de una larguísima odisea (que no es el sitio para contar) no pudimos hacerlo
.
No obstante el viaje a Remedios no fue del todo estéril; era la primera vez que lo visitábamos por lo que decidimos recorrer hasta el último rincón de esta interesantísima ciudad colonial.El director del Museo de Historia nos permitió hospedarnos allí por varios días y entre visitas y conversaciones con los más destacados intelectuales de la ciudadsurgió un tema, hasta el momento desconocido para mí, me refiero al “paso de la expedición de Pánfilo de Narváez por el Territorio indio de Sabaneque” y cuyo punto exacto se han venido disputando remedianos y sagüeros desde fechas muy lejanas. Los hijos de Remedios, en su gran mayoría, afirman que el sitio de estancia de Narváez junto al Padre Las Casas estuvo en Caibarién, mientras que por otra parte los sagüeros afirman que todo ocurrió en el Territorio de Sagua La Grande, debate muy deportivo y poco científico.

El asunto es que contándose con muy datos históricos no es de extrañar que casi 500 años después los hechos se muestren muy confusos,pero también no es menos cierto que existe un poco de capricho regionalista entre los los defensores de ambas tesis.

Veamos según el padre Fray Bartolomé de las Casa, que fue lo que sucedió por aquellos días de 1511 cuando después de pasar Cuyba y Camagüey el grupo de Narváez continuó avanzando hacia el oeste:

“Pasaron así algunos pueblos de aquella provincia (de Camagüey) por el camino que llevaban, y porque la gente de los pueblos que estaban a los lados del camino, codiciosa de ver gente tan nueva, y en especial por ver tres o cuatro yeguas que allí se llevaban, de que toda la tierra estaba espantada, y las nuevas dellas por toda la isla volaban, llegáronse muchos a verlas en un pueblo grande llamado el CAONAO, penúltima luenga, y el día que los españoles llegaron al pueblo, en la mañana parándose a almorzar en un arroyo seco, aunque algunos charquillos tenía de agua, el cual estaba lleno de piedras amoladeras, y antojóseles a todos de afilar en ellas sus espadas; y acabado su almuerzo, danse a andar su camino del Caonao. En el camino había dos o tres leguas de un llano sin agua, donde sed en algún trabajo; y allí trajeron algunos indios de los pueblos algunas calabazas con agua y algunas cosas de comer. Llegaron al pueblo de Caonao a hora de vísperas, donde se halló mucha gente que tenían aparejada mucha comida del pan de cacabí (casabe) y de mucho pescado, porque tenían junto un gran río y también cerca la mar”.

Hasta aquí la descripción de una aldea indígena llamada Caonao a la cual arribaron al pasar algunos pueblos después de salir de Camagüey, sin duda alguna un poblado hacia la costa norte de la provincia de camagüey donde más adelante el padre Las Casas describe la histórica “Matanza de Caonao” que todos conocemos en los cursos escolares de Historia, donde fueron salvajemente asesinados infinidad de aborígenes que ingenuamente observaban con asombro los caballos que traían los conquistadores españoles. Un triste e imborrable acontecimiento para nuestra historia.

De Caonao la expedición de Narváez partió hacia “Sabaneque” bordeando la costa y pasando algunos poblados indígenas hasta que después de pasar UN GRAN RIO se encontró un extenso y curioso caserío donde los bohíos reposaban en horcones sobre el agua al que los indios llamaban “Carahates”. (con esa descripción me vino a la mente Isabela de Sagua la cual es la única de Cuba que desde épocas inmemoriales conserva este estilo “algo veneciano” de “calles acuáticas” y “aceras muelles”; ¿ No sería esta idea arquitectónica una continuación (españolizada) de los primeros palafitos indios descritos por los cronistas?.

La controversia sobre el emplazamiento de este palafito comenzó con el historiador Ignacio de Urrutia el cual imaginó el sitio en Cayo Conuco mientras que otros historiadores como Guiteras y Guerra lo ubicaban al oeste del río Sagua La Grande.Pero quizás Urrutia desconocía un dato curioso, al oeste del río Sagua La Grande existe y siempre existió un pueblito llamado Carahatas.
Y continúa Las Casas su relato:…”y llegaron a un pueblo (que estaba en la ribera del mar del norte y dentro las casas sobre horcones en el agua) llamado Carahate, penúltima luenga, al cual puso (cambió) el padre Casa-harta, porque fue cosa maravillosa la abundancia de comidas de muchas cosas que allí tuvieron, de pan y caza y pescado y sobre todo de papagayos, que, si no me he olvidado en obra de quince días que allí estuvieron, se comieron más de diez mil papagayos, los más hermosos del mundo, que por alguna manera era lástima matallos”…

Como vemos en esta descripción el poblado se llamaba “Carahates” y allí permanecieron los españoles por quince días algo que sí coincide perfectamente con la pequeña población actual llamada Carahatas. Personalmente estuve por casi un año en Cayo Conuco y Caibarién donde realicé los trabajos de taxidermia para el planeado “Museo del Mar” y aprovechando mi estancia en la región entrevisté a muchísimos vecinos en los cuales nunca encontré vestigios de alguna tradición en cuanto a ese trascendental acontecimiento, pero cosa curiosa, en Caratas sí existe una cautivadora energía en la tradición oral que conservan los más ancianos del caserío los cuales conocen la hitoria e incluso “el sitio donde acamparon las tropas”. Muy cerca de allí se encuentra el área que ocupó ‘Carahatas La Vieja” hasta finales del siglo pasado (XIX) y un poco más hacia el río Sagua está la “Punta Pavía” donde se levantaba el poblado primitivo del cual los vecinos de Caratas estuvieron sacando horcones hasta principios de este siglo (XX) los cuales eran aprovechados para surtir los hornos de la zona. Es curioso que a finales de los años 1970 cuando visitamos Pavía ó Carahates, aun quedaban algunos de los enormes troncos semi-enterrados en el suelo fangoso (y en la actualidad no tienen por qué haber desaparecido).

Por el relato de Diego Velásquez sabemos que los conquistadores salieron de Carahates y después de 4 días(descansando de noche) llegaron a Matanzas, travesía un poco dudosa de haberse realizado desde Conuco teniendo en cuenta que avanzaban remando en canoas unas veces y en otras ocasiones marchaban por tierra por bosques tupidos y ciénagas fatigosas.

Quizás en un futuro se pueda hacer esta travesía en canoa de tronco hueco a modo de prueba comparativa.Otra prueba material de peso serían las excavaciones arqueológicas ya que obviando la habitual exageración en las crónicas de la época, en un sitio así tendrían que encontrarse abundantes restos de dieta si se tiene en cuenta que 50 españoles y 100 indios cargadores comiendo por 15 días,sin contar a los cientos de residentes locales, los cuales según Las Casas mataron diez mil papagayos para alimentar a los “ilustres visitantes”, y quien sabe si algunos objetos españoles pudieron quedar abandonados en el sitio. Se sabe además que el sitio estaba en “Sabaneque” y cuando se despeje por fín la duda de “Sabana” y Sabaneque” veremos que estas son dos provincias distintas y no una como se ha explicado hasta ahora.

A continuación la descripción del Historiador Guiteras:

“Llegaron a un pueblo que estaba en la ribera de la mar del Norte.Este pueblo estaba situado, con más precisión, en la desebocadura del río saguagrande, que tenía las casas sobre horcones dentro del agua y al que los siboneyes llamaban Carahate”. .. ¿ISABELA?

Website: Sagua La Grande http://sagua-la-grande.tripod.com/colonial.html

miércoles, 19 de octubre de 2011

Visita de Pánfilo de Narváez al territorio de Sagua La Grande

“Llegaron a un pueblo que estaba en la ribera de la mar del Norte.Este pueblo estaba situado, con más precisión, en la desebocadura del río saguagrande, que tenía las casas sobre horcones dentro del agua y al que los siboneyes llamaban Carahate”.

Amediados de los años setentas (XX) con el derrumbe en el patio en una casa de San Juan de los Remedios apareció un túnel o pasadizo del cual nos enteramos en el acto y sin pérdidas de tiempo partimos hacia ese vecino pueblo con el objetivo de explorarlo y cartografiarlo.,pero luego de una larguísima odisea (que no es el sitio para contar) no pudimos hacerlo
.
No obstante el viaje a Remedios no fue del todo estéril; era la primera vez que lo visitábamos por lo que decidimos recorrer hasta el último rincón de esta interesantísima ciudad colonial.El director del Museo de Historia nos permitió hospedarnos allí por varios días y entre visitas y conversaciones con los más destacados intelectuales de la ciudadsurgió un tema, hasta el momento desconocido para mí, me refiero al “paso de la expedición de Pánfilo de Narváez por el Territorio indio de Sabaneque” y cuyo punto exacto se han venido disputando remedianos y sagüeros desde fechas muy lejanas. Los hijos de Remedios, en su gran mayoría, afirman que el sitio de estancia de Narváez junto al Padre Las Casas estuvo en Caibarién, mientras que por otra parte los sagüeros afirman que todo ocurrió en el Territorio de Sagua La Grande, debate muy deportivo y poco científico.

El asunto es que contándose con muy datos históricos no es de extrañar que casi 500 años después los hechos se muestren muy confusos,pero también no es menos cierto que existe un poco de capricho regionalista entre los los defensores de ambas tesis.

Veamos según el padre Fray Bartolomé de las Casa, que fue lo que sucedió por aquellos días de 1511 cuando después de pasar Cuyba y Camagüey el grupo de Narváez continuó avanzando hacia el oeste:

“Pasaron así algunos pueblos de aquella provincia (de Camagüey) por el camino que llevaban, y porque la gente de los pueblos que estaban a los lados del camino, codiciosa de ver gente tan nueva, y en especial por ver tres o cuatro yeguas que allí se llevaban, de que toda la tierra estaba espantada, y las nuevas dellas por toda la isla volaban, llegáronse muchos a verlas en un pueblo grande llamado el CAONAO, penúltima luenga, y el día que los españoles llegaron al pueblo, en la mañana parándose a almorzar en un arroyo seco, aunque algunos charquillos tenía de agua, el cual estaba lleno de piedras amoladeras, y antojóseles a todos de afilar en ellas sus espadas; y acabado su almuerzo, danse a andar su camino del Caonao. En el camino había dos o tres leguas de un llano sin agua, donde sed en algún trabajo; y allí trajeron algunos indios de los pueblos algunas calabazas con agua y algunas cosas de comer. Llegaron al pueblo de Caonao a hora de vísperas, donde se halló mucha gente que tenían aparejada mucha comida del pan de cacabí (casabe) y de mucho pescado, porque tenían junto un gran río y también cerca la mar”.

Hasta aquí la descripción de una aldea indígena llamada Caonao a la cual arribaron al pasar algunos pueblos después de salir de Camagüey, sin duda alguna un poblado hacia la costa norte de la provincia de camagüey donde más adelante el padre Las Casas describe la histórica “Matanza de Caonao” que todos conocemos en los cursos escolares de Historia, donde fueron salvajemente asesinados infinidad de aborígenes que ingenuamente observaban con asombro los caballos que traían los conquistadores españoles. Un triste e imborrable acontecimiento para nuestra historia.

De Caonao la expedición de Narváez partió hacia “Sabaneque” bordeando la costa y pasando algunos poblados indígenas hasta que después de pasar UN GRAN RIO se encontró un extenso y curioso caserío donde los bohíos reposaban en horcones sobre el agua al que los indios llamaban “Carahates”. (con esa descripción me vino a la mente Isabela de Sagua la cual es la única de Cuba que desde épocas inmemoriales conserva este estilo “algo veneciano” de “calles acuáticas” y “aceras muelles”; ¿ No sería esta idea arquitectónica una continuación (españolizada) de los primeros palafitos indios descritos por los cronistas?.

La controversia sobre el emplazamiento de este palafito comenzó con el historiador Ignacio de Urrutia el cual imaginó el sitio en Cayo Conuco mientras que otros historiadores como Guiteras y Guerra lo ubicaban al oeste del río Sagua La Grande.Pero quizás Urrutia desconocía un dato curioso, al oeste del río Sagua La Grande existe y siempre existió un pueblito llamado Carahatas.
Y continúa Las Casas su relato:…”y llegaron a un pueblo (que estaba en la ribera del mar del norte y dentro las casas sobre horcones en el agua) llamado Carahate, penúltima luenga, al cual puso (cambió) el padre Casa-harta, porque fue cosa maravillosa la abundancia de comidas de muchas cosas que allí tuvieron, de pan y caza y pescado y sobre todo de papagayos, que, si no me he olvidado en obra de quince días que allí estuvieron, se comieron más de diez mil papagayos, los más hermosos del mundo, que por alguna manera era lástima matallos”…

Como vemos en esta descripción el poblado se llamaba “Carahates” y allí permanecieron los españoles por quince días algo que sí coincide perfectamente con la pequeña población actual llamada Carahatas. Personalmente estuve por casi un año en Cayo Conuco y Caibarién donde realicé los trabajos de taxidermia para el planeado “Museo del Mar” y aprovechando mi estancia en la región entrevisté a muchísimos vecinos en los cuales nunca encontré vestigios de alguna tradición en cuanto a ese trascendental acontecimiento, pero cosa curiosa, en Caratas sí existe una cautivadora energía en la tradición oral que conservan los más ancianos del caserío los cuales conocen la hitoria e incluso “el sitio donde acamparon las tropas”. Muy cerca de allí se encuentra el área que ocupó ‘Carahatas La Vieja” hasta finales del siglo pasado (XIX) y un poco más hacia el río Sagua está la “Punta Pavía” donde se levantaba el poblado primitivo del cual los vecinos de Caratas estuvieron sacando horcones hasta principios de este siglo (XX) los cuales eran aprovechados para surtir los hornos de la zona. Es curioso que a finales de los años 1970 cuando visitamos Pavía ó Carahates, aun quedaban algunos de los enormes troncos semi-enterrados en el suelo fangoso (y en la actualidad no tienen por qué haber desaparecido).

Por el relato de Diego Velásquez sabemos que los conquistadores salieron de Carahates y después de 4 días(descansando de noche) llegaron a Matanzas, travesía un poco dudosa de haberse realizado desde Conuco teniendo en cuenta que avanzaban remando en canoas unas veces y en otras ocasiones marchaban por tierra por bosques tupidos y ciénagas fatigosas.

Quizás en un futuro se pueda hacer esta travesía en canoa de tronco hueco a modo de prueba comparativa.Otra prueba material de peso serían las excavaciones arqueológicas ya que obviando la habitual exageración en las crónicas de la época, en un sitio así tendrían que encontrarse abundantes restos de dieta si se tiene en cuenta que 50 españoles y 100 indios cargadores comiendo por 15 días,sin contar a los cientos de residentes locales, los cuales según Las Casas mataron diez mil papagayos para alimentar a los “ilustres visitantes”, y quien sabe si algunos objetos españoles pudieron quedar abandonados en el sitio. Se sabe además que el sitio estaba en “Sabaneque” y cuando se despeje por fín la duda de “Sabana” y Sabaneque” veremos que estas son dos provincias distintas y no una como se ha explicado hasta ahora.

A continuación la descripción del Historiador Guiteras:

“Llegaron a un pueblo que estaba en la ribera de la mar del Norte.Este pueblo estaba situado, con más precisión, en la desebocadura del río saguagrande, que tenía las casas sobre horcones dentro del agua y al que los siboneyes llamaban Carahate”. .. ¿ISABELA?


jueves, 6 de octubre de 2011

Lázaro Ferrán boxeador de Sagua La Grande

El Chimba, desde pequeño ya era un buen boxeador

El destacado boxeador Lázaro Ferrán Cuesta (Chimba) nació el 20 de Octubre de 1964.
Se inició en el boxeo a la edad de 12 años bajo las orientaciones de Juan Suárez.
Desde su primera competencia oficial ya obtiene su primer lugar. Fue en 1978 en un Campeonato Provincial de la Categoría 13-14 años en la división de los 36 kgs donde obtiene esta primera medalla de oro.
Luego asiste a dos Campeonatos Provinciales más en la Categoría 15-16 años donde con el peso de 46 kgs alcanza el 3er lugar en 1979, y en la categoría de 48 kgs obtiene el segundo en 1980.
En la Categoría Juvenil se mantuvo alejado del boxeo debido a problemas personales.
En los Campeonatos Provinciales de los años ochentas mantuvo el primer lugar cada vez que participó:
1980 1ro en los 51 kgs
1985 1ro en los 57 kgs
1986 1ro en los 54 kgs
Participa en 4 Torneos Nacionales por equipo: 1979/1980/1983/1985.
En 1986 participa en un “Girón” (Nacional) en la división de los 54 kgs donde perdió la medalla de bronce con Enrique Carrión.
En 1980 y 1986 participa en dos torneos “Soto Alba” donde alcanza Bronce en el primer año.
Se enfrentó a los más grandes boxeadores nacionales del momento como:
Angel Moya, Jesús Soyeet, Felipe M, Alexis Varona, y Gilberto Herrera.
Dejó de boxear desde 1987. Trabaja en la construcción hasta el día de hoy.




Para más detalles sobre la historia del Deporte
en Sagua La Grande ir al Website:
http://saguadeportes.tripod.com


ARCHIVO SABANEQUE
1970-2011

sábado, 1 de octubre de 2011

LEYENDAS DE SAGUA LA GRANDE / EL JINETE SIN CABEZA

EL JINETE SIN CABEZA


En la llanura de Jumagua,.al oeste de la Villa del Undoso, se levanta el Jardín de los Gemelos, unos hermosos mogotes muy parecidos entre sí que en sus verticales laderas del lado norte poseen un solitario camino que serpentea separándolos de la enigmática laguna que entre helechos, ninfeas y enredaderas, exhibe el típico panorarama de un cuento de hadas. En las mañanas de Jumagua una densa neblina abraza al cerrado bosque limitando la visión a unos pocos metros por delante de nuestra nariz .El silencio de sus aves es absoluto.¿Aún nadie ha despertado en las verdes ciénagas o acaso alguna extraña energía los sosega?.
Desde épocas lejanas algunos campesinos que se adentraban en este sendero del pantano regresaban horrorizados a sus hogares contándole a sus alarmados familiares que entre la confusa niebla se paseaba un jinete sin cabeza.Uno de los testigos de este insólito acontecimiento que ha vivido hasta nuestros tiempos, Don Juan Morales vivía a principios de siglo en Chinchila (muy cerca de las lomas) y nos contó lo siguiente: “Aquello fue como en 1937;yo había ido con mi carretón y dos amigos para derribar una palma y sacarle sus tablas y llegamos al borde del pantano como a las seis y media de la mañana, aún no había amanecido y nos sentatamos un rato a tomar café y converzar un poco en la espera de que aclarara un poco pero sin que nos cogiera el sol de media mañana.A eso de las siete ya penetraba alguna luz entre los árboles pero la neblina era muy cerrada, entramos un poco el carretón por el camino hasta que ya era muy estrecho y no nos permitía continuar por lo que amarramos la bestia a una mata de tamarindo y continuamos a pié.De pronto sentimos los cascos de un caballo que venía avanzando hacia nosotros y decidimos echarnos a un lado para que este pasara sin golpearnos. Se iba acercando poco a poco y de vez en cuando sentíamos sus resoplidos;no víamos nada por la neblina pero cuando ya estaba a unos cuantos pasos de nosotros,pasó por delante de nuestros ojos un enorme caballo negro con manchas blancas y sobre él un hombre muy bien vestido y grandes botas con muchas hebillas pero lo espantoso de todo aquello era que aquel tipo solo tenía un corto cuello y NO TENIA CABEZA…”
“ Nosotros estábamos tiesos de miedo y no sabíamos que hacer, pero el jinete sin notar nuestra presencia, continuó su camino con su pecho empinado y sus manos en las riendas.Aquello es lo más extraño que yo he visto en mi vida. Nos asustamos tanto que decidimos irnos a casa y buscar otro palmar donde cortar nuestras tablas.”
Hasta aquí la historia del señor Juan,pero el suceso lo repiten en Sagua y Jumagua otros protagonistas que han coincidido con el fantasma en el estrecho trillo de las ciénagas.
“ En cierta oportunidad un campesino se encontraba metido en las frías aguas del pantano buscando algún ganado extraviado y su pequeño hijo de 8 años lo esperaba en la orilla comiendo algunas ciruelas silvestres. Entretenido el padre en acorralar a sus vacas,sintió de pronto los agudos gritos de su hijo y sin pérdida de tiempo comenzó su dificil lucha por avanzar sobre el fangoso fondo que atrapaba sus piernas hasta las mismas rodillas. Mientras lo hacía le gritaba a su hijo que le explicara lo que sucedía,pero el chico solo hacía gritar y gritar ahogado en llanto y no respondía a las súplicas del padre…”
“Al llegar al borde de la ciénaga por fín el pobre hombre pudo ver a su asustado hijo que gemía apretujado contra el tronco de un árbol y al registrar su cuerpo comprobó que este no estaba herido,pero aún así continuaba chillando sin emitir una sola palabra.Tardó el padre un largo tiempo en consolarlo hasta que por fín,con cierto hipo que produce el terror,le explicó que había pasado por allí UN HOMBRE A CABALLO.Desconsolado por una respuesta tan poco aclaratoria el padre le impugnó agitándole por los hombros:¿Y porqué te vás a asustar por un simple guajiro a caballo?-a lo que este contestó: -! Porque no tenía cabeza !…
El jinete sin cabeza de las ciénagas del Mogote ha mantenido alejados del sitio a muchos intrusos por largos años,de ahí que este sea uno de los pocos bosques del norte de Las Villas que siempre ha mantenido el mismo panorama a los ojos de muchas generaciones.A primera vista nos parece estar viviendo una escena de la Era Secundaria que solo necesitaría de grandes reptiles para convertirlo en un Parque Cretácico.Se conserva el mismo largo y tortuoso sendero de la leyenda,las ciruelas silvestres del chico, la neblina del siniestro pantano,sus helechos,lianas y nínfeas,sus infinitos palmares y quien sabe si aún realiza su eterno recorrido la aterradora aparición del caballero decapitado que a tantos ingénuos visitantes expulsó de la faz de sus dominios.

¿Te atreverías tu solo a recorrer el camino del pantano?

Localización: Camino entre la Ladera Norte de la cordillera de mogotes y las Ciénagas. Atrévete…